El enfoque resulta relevante para países, donde el aumento de incendios forestales, sequías prolongadas y lluvias intensas exige nuevas formas de gestión del riesgo
La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) lanzó un ambicioso conjunto de herramientas (toolkit) que pone a la naturaleza en el centro de la solución climática. Bajo el título Nature-based Solutions for Comprehensive Disaster and Climate Risk Management, el informe busca guiar a los países en la integración de soluciones basadas en la naturaleza (NbS, por sus siglas en inglés) dentro de sus políticas de adaptación al cambio climático y reducción del riesgo de desastres.
Lejos de limitarse a conceptos abstractos, el toolkit ofrece cinco herramientas prácticas que van desde el levantamiento de información ambiental y climática hasta la planificación integrada a nivel nacional y local. Todo con un enfoque que combina la evidencia científica más reciente con el conocimiento tradicional de comunidades indígenas y locales.
Soluciones naturales: más que restauración de ecosistemas
Las NbS no son nuevas, pero su potencial ha cobrado nuevo impulso frente a los límites de las infraestructuras tradicionales. Se trata de intervenciones como la reforestación de cuencas para prevenir inundaciones, la restauración de manglares para reducir el impacto de tormentas, o la conservación de humedales para enfrentar olas de calor urbanas. Pero también de medidas híbridas como techos verdes en ciudades o agricultura regenerativa.
La definición adoptada por la ONU es amplia e integradora: acciones que protegen, conservan, restauran y gestionan ecosistemas terrestres, marinos y de agua dulce, abordando desafíos sociales, económicos y ambientales, y que al mismo tiempo fortalecen el bienestar humano, la resiliencia y la biodiversidad.
Cinco herramientas para planificar con la naturaleza
El toolkit está estructurado en cinco herramientas interrelacionadas:
- Tool 1 ayuda a recopilar datos clave sobre el ambiente, el clima y los riesgos, como uso del suelo, cobertura vegetal, topografía, amenazas naturales, exposición y vulnerabilidad social y económica.
- Tool 2 revisa si los planes nacionales ya incluyen (explícita o implícitamente) conceptos de NbS, como adaptación ecosistémica, infraestructura verde o conocimiento indígena.
- Tool 3 entrega una base de datos con medidas concretas de NbS adaptadas a diferentes ecosistemas y tipos de amenazas, desde inundaciones hasta sequías.
- Tool 4 guía la identificación de actores clave y promueve una gobernanza inclusiva en la implementación de NbS.
- Tool 5 recopila ejemplos de cómo distintos países han incorporado NbS en sus planes climáticos o de reducción de desastres, incluyendo casos de Colombia, Costa Rica, Bangladesh, India y Timor-Leste.
Lecciones desde el sur global
Entre los casos destacados está el de Bangladesh, donde comunidades costeras implementaron un modelo de adaptación basado en manglares, pesca sostenible y agroforestería, reduciendo así su vulnerabilidad ante tormentas y escasez hídrica. En Timor-Leste, la práctica tradicional de Tara Bandu (acuerdos comunitarios) se incorpora como parte del marco legal para la gestión sostenible de los recursos naturales, combinando resiliencia climática con cohesión social.
Colombia incluyó explícitamente 16 acciones de adaptación basadas en ecosistemas dentro de su estrategia nacional de reducción del riesgo de desastres, marcando un precedente para América Latina.
Una oportunidad para Chile y la región
Aunque el informe no menciona directamente a Chile, su enfoque resulta relevante para países como el nuestro, donde el aumento de incendios forestales, sequías prolongadas y lluvias intensas exige nuevas formas de gestión del riesgo. La Ley de Cambio Climático y los Planes de Adaptación sectoriales podrían beneficiarse enormemente al incorporar esta perspectiva ecosistémica, sumando además valor al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El toolkit también se alinea con tendencias emergentes en finanzas sostenibles, ya que los inversores buscan cada vez más proyectos que demuestren resiliencia climática y co-beneficios ambientales.