Brasil, Uruguay y Ecuador son los países que hasta ahora presentaron sus nuevas metas climáticas o NDC al 2035, mientras que la suba de emisiones continúa en gran parte de la región.
Por Fermín Koop
https://ojoalclima.com/.- Cada cinco años, los países deben presentar planes de acción frente al cambio climático que aumenten el nivel de ambición y estén lo más cerca posible del compromiso del Acuerdo de París de evitar que la temperatura suba más de 2°C, o idealmente 1.5°C. Los planes actuales, con metas al 2030, llevan a una suba de entre 2.6°C y 3.1°C.
Este año, los países tienen la oportunidad de cambiar la trayectoria con la presentación de sus nuevos planes, conocidos como Contribución Nacionalmente Determinada (NDC, por sus siglas en inglés). Las NDC, que irán hasta 2035, debían ser presentadas en febrero pero hasta ahora sólo diez países lo han hecho, entre ellos están Brasil, Uruguay y Ecuador.
América Latina representa menos del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, pero al mismo tiempo es muy vulnerable a los efectos del cambio climático. Responder a esos efectos y reducir más las emisiones es un desafío, considerando que la región recibe por año un 17% en promedio del financiamiento climático internacional.
De hecho, las emisiones de México y Brasil, los dos principales emisores de la región, junto con las de Argentina, Colombia, Chile y Paraguay están en alza a pesar de las metas de las NDC, de acuerdo a los recientes informes bienales de transparencia – una herramienta del Acuerdo de París que pide a los países actualizar la información de sus emisiones.
“Las emisiones de la región todavía están creciendo y no hay un desacoplamiento del crecimiento económico”, sostuvo Alejandra López, directora de Diplomacia Climática en la organización Transforma.
“Las NDC son una oportunidad de repensar los modelos de desarrollo. Los países deberán plantearse las acciones que llevarán adelante para la carbono neutralidad”, agregó
El proceso de las nuevas metas
Construir un plan climático no es un proceso sencillo. Si bien suele ser liderado por el área de ambiente de un gobierno, todos los ministerios participan, ya que los compromisos a incluir los involucrarán de manera directa o indirecta. Además implica revisar que se contará con el financiamiento necesario para llevar esas medidas a la práctica.
Las NDC reflejan las realidades de los países y cada una es diferente, pudiendo los gobiernos elegir la forma en la que presentan sus compromisos. Si bien no es un compromiso legalmente vinculante, la NDC suele estar asociada a leyes, como es el caso de la Ley Marco de Cambio Climático de Chile o la Política de Cambio Climático de Uruguay.
Los primeros dos países de América Latina en presentar sus nuevas NDCs, Brasil y Uruguay, lo hicieron en 2024. Brasil presentó la suya durante la conferencia de cambio climático de Naciones Unidas, COP29, y en medio de mucha expectativa, ya que el país será sede de la próxima conferencia del clima, la COP30, en noviembre de este año.
Brasil espera reducir sus emisiones entre un 59% y un 67% para 2035, en comparación con los niveles del 2005. En su compromiso anterior, que data del 2016, el país se comprometió a reducir 37% sus emisiones para 2025 y 43% para 2030. El nuevo objetivo es “ambicioso pero realista”, sostuvo el vicepresidente Gerardo Alckimn en la COP29.
Para Claudio Angelo, coordinador de política internacional del grupo brasileño de organizaciones Observatório do Clima, el hecho de que Brasil haya presentado un rango de reducción de emisiones confirma que podría haber hecho más.
Los próximos pasos
Colombia, México y Panamá ya están en proceso de elaborar sus nuevos planes climáticos pero estos no estarán listos en lo inmediato, sostuvo López. En el caso de Argentina, no se espera hasta mitad de año, de acuerdo a declaraciones de la ex subsecretaria de Ambiente, Ana Lamas, en 2024 durante la conferencia COP16 de biodiversidad.
Para Enrique Maurtua Konstantinidis, asesor en cambio climático, la gran mayoría de las NDC que se presentarán este año serán conservadoras. “Si bien algunas van a aumentar la ambición, no van a ser los grandes compromisos que uno quisiera, los gobiernos van a ser cautos. Ello no quita que al sumarlas todas estemos un poco más cerca del objetivo de 2°C, lo que sería una señal positiva”, agregó.
La COP30 de cambio climático tendrá lugar en Brasil del 10 al 21 de noviembre. Se espera que para antes de la COP se cuente con la mayor cantidad posible de NDCs para así poder hacer un balance. Será una conferencia de implementación, a diferencia de la COP29, que fue de financiamiento, con una nueva meta monetaria acordada por los gobiernos pero cuestionada por gran parte de los países en desarrollo.
Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), dijo en febrero en una visita a Brasil que “la gran mayoría de los países han indicado que presentarán nuevos planes este año” y que “es lógico que se tomen un poco más de tiempo” más allá de la fecha oficial de febrero “para asegurarse de que estos planes sean de primera calidad, esbozando adecuadamente cómo contribuirán a este esfuerzo”.
Este artículo es parte de COMUNIDAD PLANETA, un proyecto periodístico liderado por Periodistas por el Planeta (PxP) en América Latina, del que Ojo al Clima forma parte.