Tigo organizó el taller online “Tendencias digitales para el periodismo en tiempos de pandemia”. Participaron más de 300, entre periodistas y editores de medios escritos, audiovisuales y digitales de distintas regiones de todo el país.
Ramón Salaverría Aliaga experto, doctor en Comunicación y autor de más de 200 publicaciones sobre medios digitales y ciberperiodismo, anticipó una serie de innovaciones tecnológicas y narrativas que se vienen para el periodismo, además de nuevos esquemas de información.
Detalló el impacto de la pandemia en la forma remota de hacer periodismo, con la teleconferencia como género, la consolidación de los medios digitales y un mayor refuerzo del periodismo de datos.
Todos los aspectos de la vida parecen estar cambiando con la pandemia y el periodismo no es la excepción, aseguró a tiempo de iniciar su exposición.
Seguro y con el peso de la experiencia en sus palabras, Ramón Salaverría Aliaga (Burgos, 1970), uno de los hombres más influyentes del periodismo en España, presentó frente a más de 300 periodistas y editores de Bolivia, una radiografía completa de las innovaciones tecnológicas y narrativas que se vienen para el periodismo, en un taller netamente digital organizado por la empresa Tigo bajo el título: “Tendencias digitales para el periodismo en tiempos de pandemia”.
Salaverría, doctor en comunicación y con más de 20 años de experiencia académica, inició la conferencia destacando que este 2020 el periodismo digital cumple 25 años desde su primera aparición y con esto supone nuevos desafíos para los periodistas principalmente en dos aspectos: la tecnología y las nuevas narrativas.
En lo tecnológico, el experto español reconocido a nivel global describió las nuevas posibilidades de hiperconectividad entre dispositivos y objetos que surgen con la tecnología 5G y las opciones que tienen los periodistas de incluir hipertexto a los videos. Habló de la ubicuidad de las pantallas que, con la ayuda del Big Data, pueden ser canales personalizados de información.
“Este taller fue un paso más en un camino que empezamos hace varios años y que tiene como objetivo acercar cada vez más las tendencias digitales al periodismo boliviano, beneficiando así a toda la sociedad con nuevas posibilidades de información”, explica María Laura Mendoza, gerente de Marca y Comunicación Institucional de Tigo. “En lugar de paralizarnos, la emergencia sanitaria nos llevó a buscar maneras creativas de seguir adeante. Ha sido un verdadero honor contar con Ramón Salaverría para este taller digital organizado por Tigo. También estamos agradecidos con los tres centenares de periodistas bolivianos que formaron parte de esta iniciativa”, agregó la ejecutiva.
El académico destacó también que, en los próximos años surgirán grandes oportunidades para el periodismo a través de la información que generen los sensores de los denominados Wearables (o dispositivos de vestir), como, por ejemplo, la analítica corporal, las pulsaciones, temperatura, ciclos de fertilidad de las mujeres, entre otros.
“Hay un culto por numerizar nuestras vidas y convertirlo todo en datos y cifras para registrarlo y hacer comparaciones (…) Un reloj, una radio, una chaqueta ya no van a ser solo emisores de la información sino van a ser receptores que los medios deben saber leer para entender mejor lo que le interesa y prefiere la población”, explicó.
Salaverría indicó que el periódico impreso y la televisión no van a desaparecer por un buen tiempo aún, pero si van a ceder su hegemonía a las plataformas digitales, particularmente a las que ocupen estas herramientas tecnológicas ubicuas.
La Inteligencia Artificial (AI), también aseveró, puede brindar múltiples herramientas al periodismo con los denominados chatbots, los podcasts y las posibilidades que surgen para ingresar con contenido a los vehículos de conducción autónoma que muchas firmas automotrices ya están desarrollando.
Los desafíos en la narrativa
El texto es, sin duda, la columna vertebral de la información. Bajo este principio Salaverría asevera que, junto con estas nuevas tecnologías también se anticipan desafíos para la narrativa. Uno de ellos es la “Datificación” o también conocida como el uso de datos para el periodismo.
Junto con la pandemia esta forma de hacer periodismo tomó más cuerpo con las cifras de contagiados, fallecidos, recuperados, precios, entre otros. “Hay vectores que generan información para los medios, como ser el periodista y la información. Pero surge uno tercero que son los wearables”.
Otra de las narrativas para el periodismo surge, según el académico, con la posibilidad de digitalizar aromas y sabores, de incorporar a una persona en una escena especifica de su interés (los lentes 3D, por ejemplo), apoyado con videos y fotografías en 360.
“Esto no solo está al alcance de la NASA. Ya varios medios lo pueden hacer. Un estudiante de Comunicación de mi clase lo hizo con una investigación de los perros en Chernobyl (ver https://perrosdechernobil.com/), la BBC también permitió a sus lectores ingresar -como si fuese presencialmente- a los estadios del mundial de Fútbol en 2018”, comentó.
El experto mostró también una nota económica de una agencia de prensa realizada completamente a través de algoritmos y la puso como ejemplo entre otras notas basadas en datos deportivos, meteorológicos, electorales, entre otros. “Es por esto que una buena mirada, una buena narración y respetando los valores esenciales del periodismo marcarán la diferencia”.
¿Y qué impacto tuvo la pandemia del COVID-19 en el periodismo? Salaverría dice primeramente que esta emergencia confinó a los periodistas a realizar un trabajo remoto, la teleconferencia se explotó mejor como género, los datos y las cifras cobraron más fuerza y, por supuesto, los medios digitales se convirtieron en los protagonistas.
Para combatir las noticias falsas (o denominadas fake news), el académico recomendó primero a la población desarrollar el hábito del escepticismo y la duda hacia toda información que reciban. Ya para los periodistas, además de este principio añadió la responsabilidad para no dejarse llevar por la “tentación del tráfico y la primicia”.
“El periodista está haciendo un trabajo de servicio a la sociedad. No es una simple reproducción de información (…) No hay que olvidar que un buen texto, un buen video si está bien contado, no necesita de otros recursos narrativos”, concluyó tras varias preguntas realizadas por los asistentes.
María Laura Mendoza, gerente de Marca y Comunicación Institucional de Tigo, agradeció a Salaverría por la claridad en su disertación e invitó a todos los participantes a estar atentos a los nuevos talleres que presentará esta firma líder en telecomunicaciones.
Perfil del expositor
Nació en la ciudad de Burgos España, un 23 de julio de 1970. El diario nacional español “El Mundo” lo ha incluido varias veces en la lista de los 500 españoles más influyentes y entre los 25 principales en el sector denominado Internet.
Actualmente es Vicedecano de Investigación y director del Centro de Estudios de Internet y Vida Digital de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, en España. Es profesor titular de Periodismo, con más de veinte años de experiencia como investigador de medios digitales. Ha publicado numerosos trabajos de investigación y capítulos, así como los siguientes libros: ‘Diversidad de periodismos’ (2011), ‘Periodismo integrado’ (2009), ‘Cibermedios’ (2005), ‘Redacción periodística en internet’ (2005), ‘Hacia nuevos paradigmas mediáticos’ (2004), y ‘Manual de redacción ciberperiodística’ (2003).
Salaverría es profesor visitante en medios digitales para varios programas de maestría, tanto en Europa como en América Latina. También ha dirigido muchos programas de capacitación internos para varias compañías de medios en diferentes países. Durante los últimos años, ha ofrecido conferencias magistrales, cursos y seminarios en 30 países. Ha sido seleccionado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para formar parte del directorio de Global Experts, que selecciona a 400 especialistas mundiales en distintos temas. En 2016, fue destacado en 3ª posición del Ranking de periodistas digitales más influyentes de España, elaborado por la empresa Alianzo. Trabajó como periodista en la cadena SER (1990-93) y en la agencia de noticias Colpisa. Asimismo, ha publicado numerosas colaboraciones en medios de prensa e internet.